jueves, 28 de febrero de 2008

Meditación

Hoy mientras estaba sentada en zazen
me llegó un mensaje.
Mi buda interior me susurró:
estoy esperando que florezcas.

Las trabas

Trampantojo
Canto un mantra y mi mente se enquista y se enquista
no quiere salir porque la tierra duele.

La ausencia

¿Dónde está tu sonrisa sanadora?
La he perdido.
Reventó en telarañas.
Sólo quedaron la oquedad
y el miedo ante la noche agónica.

El espejo y la ilusión

Te embebo, te trago, te derrito.
te estiro, deliro.
Tu cuerpo es ya una lejana estela
que dormita junto a un Lama enquistado y olvidado.

Mi niña

¿Donde estás, niña herida?
¿Te ha tomado un espíritu?
yo te aguardo con una candela en la duermevela de la tarde.

La náusea

Tengo olor a hiedra,
olor a hiedra muerta.
Me busco en vano
en esta ausencia lacerante de mi cuerpo
que no encaja con el universo.
Cosmos, alíneate a mis entrañas y baña mis mañanas de sol y de sudor.

Tierra prolífica

Han ofrendado flores a la luna
me he bañado en sueños salitres
liviana, una con el cosmos
y a mi lado la dulzura inconmensurable de tu silencio.